GUARDIANES DEL TIEMPO DE LOS GRANDES COÑACS
TRÈS VIEUX COGNACS GRANDE CHAMPAGNE
Desde hace casi dos siglos, la Maison Delamain -de generación en generación- es depositaria de una manera de concebir y vivir el coñac que va más allá de todas las referencias habituales.
Cincela coñacs de prestigio únicos con arte y paciencia. Para alcanzar este nivel de excelencia y excepción, la Maison ha dominado un ingrediente esencial y olvidado: el tiempo.
Esencial en la búsqueda de la excelencia, la Maison Delamain es uno de los pocos productores de coñac que trabaja exclusivamente con aguardientes de la denominación“Grande Champagne“, cuna de los mejores crus de coñac. Pero trabajar con los mejores aguardientes no puede garantizar por sí solo la excelencia o el carácter excepcional de un coñac Delamain. Resistiendo a las presiones de un mundo obsesionado por la velocidad, los expertos de la Maison Delamain se toman su tiempo para catar y comprender el potencial de miles de muestras que les presentan los mejores destiladores de la región.
Se trata de coñacs poco comunes, muchos de los cuales ya han envejecido hasta 50 años.
Las decisiones son cruciales y puede llevar varias semanas llegar a veredictos definitivos y ponderados.
Este proceso de selección único es el sello de una prestigiosa casa de coñac que lleva siglos forjando estrechos lazos de confianza y amistad con los productores locales. Una vez más, se trata de tiempo, y mucho.
A continuación, los aguardientes seleccionados se confían a las hábiles manos de Dominique Touteau, el Maestro Bodeguero.
Los barriles se asientan en su hogar, el crepúsculo perpetuo de la tonelería. Acostada, pero no olvidada: cada barrica será cuidadosamente supervisada durante su larga vida. El jefe de bodega, eje de toda esta operación, cata regularmente cada barrica para seguir su progresión y aclimatación.
No hay que darse prisa… el eterno tic-tac del viejo reloj de péndulo Delamain continúa a pesar de todo.
Delamain utiliza exclusivamente barricas de roble francés envejecido. Las densas fibras de la madera limitan la entrada de taninos, ayudando a preservar los sabores afrutados y los matices más sutiles del coñac. Este enfoque ayuda a proteger el carácter sutil del coñac Delamain, pero también requiere un proceso de maduración mucho más largo. No importa. En Delamaín, el tiempo es un valioso aliado. La excelencia de los mejores coñacs, la expresión más pura de su majestuoso terruño de Grande Champagne, tiene un precio: una gran paciencia.
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